Les anexo esta reflexión que me pareció muy bella y apropiada para el momento que vivimos. Por: José Fainsod A.
Y la gente se quedó en casa, y leyeron libros,
y escucharon y descansaron y se ejercitaron.
También crearon arte, jugaron juegos y aprendieron nuevas formas de ser, y estuvieron
quietos. Y escucharon más.
Algunos meditaron, otros rezaron, algunos incluso bailaron.
Hubo algunos que conocieron sus sombras.
Y las personas empezaron a pensar diferente.
Y las personas comenzaron a sanar.
Y, en la ausencia de personas viviendo de maneras ignorantes, peligrosas, en automático y
sin corazón,
el planeta comenzó a sanar.
Y cuando el peligro pasó, las personas se volvieron a reunir,
lamentaron sus pérdidas y tomaron nuevas decisiones.
Y soñaron nuevas imágenes.
Y crearon nuevas maneras de vivir y sanar al planeta
completamente, así como ellas habían sido salvadas.
Kitty O’Meara
Quiero recordarles que este también es un momento para pensar y planear el día siguiente. ¿Cómo regresaremos a nuestros trabajos? ¿Qué será relevante y qué ya no tendrá valor alguno? ¿Cómo encararemos los retos y las oportunidades?